No estaría de más acabar el día con dos preguntas a responder en nuestra cabeza:
¿Qué he aprendido del día de hoy?
¿Qué agradezco de lo que hoy vivi?
Si lo hacemos estaremos más conectados con el valor de lo cotidiano, de lo pequeño, de aquello que pone sabor a nuestros días y nos concebiríamos como personas más tolerantes con nosotros mismos sabiendo que es del error de donde muchas veces se aprende.De errores a la hora de relacionarnos, a la hora de desempeñar una tarea, una responsabilidad, de errores en nuestro rol como amigas, como madres, como pareja,etc..
Lo que quiero transmitidos es que estamos en continuo aprendizaje, aprendemos cada día a relacionarnos, si si que a relacionarse también uno aprende, a ser mejores versiones de nosotros mismos, a crecer aunque ya seamos mayores, a ser mamas y papas, a ser responsables de nosotros mismos y conocer mejor nuestras emociones,etc…
Por eso cuando te sorprendas
recriminandote porque en algo te equivocaste, o no lo hiciste como querías, o quizás como «deberías»(con esa losa que muchas veces nos ponemos encima) o te veas juzgando o recriminando a alguien porque algo no supo hacer o en algo se equivoco recuerda que ESTAMOS APRENDIENDO CONTINUAMENTE.
No estaría de más hacerlo un mantra y hacer uso de él cada vez que nos sea necesario….sobretodo cuando aparece nuestra parte de juez, esa parte dura que no nos permite margen de error.
«Uno no nace aprendido.A vivir se va aprendiendo» Anónimo
Verónica Merino Rodriguez
Psicólogo Montecarmelo y Mirasierra.
Tfn.647612556