¿Realmente te hacen falta tantas cosas materiales para sentirte feliz y agusto en tu vida?
El apego que tenemos a las cosas materiales puede llegar a ser en ocasiones enfermizo.
Párate a mirar si eres de esas personas que les cuesta mucho soltar, que no eres capaz de tirar o dar nada de lo que te acompaña a nivel material, incluso a veces puede que te parezca que todas esas cosas materiales que llenan tu casa son todas importantes.
Cuanto más nos aferremos a lo material más sobrecargados estaremos y más vacios nos sentiremos. Desde el punto de vista psicológico no hay duda de que existe una relación muy directa entre la manera en la que interactuamos con los objetos y nuestra personalidad. La posesión de bienes materiales nos da indicios de un tipo de identidad. Algo de nosotros está en ese modo de conservar, de no soltar y es profundamente interesante ver de qué forma llenamos un equipaje que contiene miedos, recuerdos, tradiciones e incluso la no aceptación de que todo es temporal.
¿Qué te puede ayudar?
- Empieza por valorar todo aquello que almacenas en tu armario, en tu casa, y que llevas más de uno o dos años sin usar. A buen seguro no lo volverás a usar nunca más.El tiempo que llevas sin usar un objeto te indica cuanto de importante es en tu vida.
- Prepara varias cajas donde puedas ir depositando aquello que puedes dar a otras personas, aquello que puedes vender, lo que quieres seguir guardando y lo que tiraras.
- Empieza poco a poco, no pretendas hacerlo todo de golpe.
- Date cuenta de cómo vas a ir entrando en un proceso de toma de decisiones.
- La toma de decisión no es banal, no es sólo focalizar en qué pantalón o libro vas a donar o tirar, va más allá, es decidir desprenderte de cosas más profundas, de miedos, de pasados, de etapas.